La balanza es un instrumento que se usaba en las tiendas para pesar el producto. Hoy vamos a ver cómo la ley del equilibrio se puede usar en el español con la correspondencia de verbos.

Para empezar os voy a contar una pequeña historia que está relacionada con el Presente del Subjuntivo.

Miguelito está en Quinto de la E.G.B. (Educación General Básica) y tiene un examen de Ciencias Sociales. Estamos en el año 1.992 y es habitual tener que memorizar todos los ríos de España por orden para soltarlos todos en el examen. Por eso está nervioso. Su madre le da una serie de indicaciones antes de salir de casa:
– Miguelito, ojalá que apruebes el examen. Solo te pido que no te pongas nervioso. Antes del examen quiero que tengas cuidado al cruzar la calle, el tráfico es muy intenso a esta hora de la mañana. Además espero que te comas el bocadillo entero, que estás muy delgado. Probablemente tengas menos hambre con los nervios. En cuanto llegues al colegio vete a la clase, no quiero que te resfríes jugando en el patio cuando hace frío. No creo que suspendas el examen… ¡pero como lo suspendas no vas a salir a la calle en un mes!

Ahora que Miguelito ya es adulto no recuerda el nombre de la mayoría de los ríos, pero sí recuerda el responso de su madre antes de los exámenes. ¿Cómo se lo contaría a un amigo? Pasar una conversación como la anterior al pasado es fácil si conocemos la Ley de la Balanza.
El idioma siempre tiene que estar equilibrado, así la correspondencia de verbos que vemos es la siguiente:
Presente o Futuro Indicativo –> Presente de Subjuntivo
Pasar el presente al pasado es fácil, solo vamos a necesitar los tiempos de pasado que ya conocemos. El tiempo que corresponde al futuro es el Condicional, pero ¿qué le pasa al Presente de Subjuntivo?
Pasado o Condicional –> Pretérito Imperfecto de Subjuntivo


Entonces Don Miguel (ya no es Miguelito) puede contarnos la historia así:
Cuando era niño, mi madre siempre me echaba la charla antes de ir al colegio, me decía que ojalá que aprobara el examen. Solo me pedía que no me pusiera nervioso. Antes del examen, que quería que tuviera cuidado al cruzar la calle, el tráfico era muy intenso a esa hora de la mañana. Además esperaba que me comiera el bocadillo entero, que estaba muy delgado. Me decía que probablemente tuviera menos hambre con los nervios. Que en cuanto llegase al colegio me fuera a la clase, no quería que me resfriase jugando en el patio cuando hacía frío. No creía que suspendiera el examen… pero por si acaso me amenazaba con no salir en un mes a la calle
Como veis es lo mismo que en el Presente. Una vez que conocemos los usos del Subjuntivo, estas reglas se van a aplicar siempre, tanto en el presente como el pasado.
La E.G.B. era el sistema educativo de mi generación, era mucho más memorístico y estricto que el sistema actual, pero las charlas de las madres antes de ir al cole siguen siendo parecidas.
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