He pensado que sería muy interesante aprender cómo vivía la gente en la Costa del Sol hace un par de generaciones, y como muestra un botón.
Hace muy poco tiempo que he descubierto una serie fantástica, se llama La Barraca. Aunque la historia ocurre en Valencia, toda la realidad de los personajes es idéntica a como eran Cancelada y San Pedro a mediados del S.XX.
Podéis ver la serie completa AQUÍ.
Mientras veía la serie, no podía parar de recordar cómo era la vida en Cancelada en la época de mis abuelos, una de las primeras familias colonas de la zona. Tuve la oportunidad de ver ese tipo de vida con mis propios ojos cuando era niño, porque aunque ya todo había cambiado, los abuelos seguían viviendo la única forma de vida que habían conocido.
Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen fue el Marqués del Duero, un destacado militar y político español de corte liberal que luchó contra los sublevados de las guerras Carlistas. Como muchos grandes de España en aquella época tuvo una vida llena de batallas y altibajos, pero lo que a nosotros nos interesa hoy es el legado que nos dejó en esta tierra.
Gracias a él se creó la Colonia Agrícola San Pedro de Alcántara. Una gran finca (tras unir también las tierras de su mujer, Francisca de Paula Tovar y Gasca, marquesa de Revilla, de Aguilares y de Castro de Torres, condesa de Cancelada y de Lences).
Se trataba de una finca de unas 5.000 hectáreas dedicada mayoritariamente al cultivo de caña de azúcar (en 1.898 España había perdido la colonia de Cuba, la mayor fábrica de caña de azúcar) donde se construyó un Ingenio, es decir una fábrica de procesamiento de la caña. Esta fábrica estaba, por supuesto, en la Barriada de El Ingenio, justo entre San Pedro y el mar.
En el extremo Oeste, demasiado lejos del núcleo de San Pedro Alcántara, se construyeron las casas de la Barriada de Cancelada, al principio una serie de chozas (barracas) construidas por los propios colonos, y cada familia arrendó la cantidad de tierra que podía trabajar.
La disponibilidad de tierras hizo que mucha gente viniera hasta la zona a asentarse. Les llamamos colonos, y son el origen de los pueblos que hoy día vemos. Los hijos de esos colonos se casaron y heredaron las chozas de sus padres y las tierras arrendadas.
Había que pagar una renta al Señorito, que normalmente era anual, y eso te daba el derecho a explotar la tierra. La mayoría tenía un poco de todo cultivado en su huerta, de forma que pudieran tener una dieta equilibrada con frutas, huevos, verduras, hortalizas etc.
El pantano y el sistema de acequias repartían el agua entre todos, y el Alcalde de Aguas (trabajo que todavía hoy existe en Cancelada) se encargaba de abrir y cerrar las compuertas hacia cada huerta según los horarios de cada uno.
El barrio de los pescadores era el Saladillo, y allí se hacían trueques con los productos del campo, o se compraba, si tenían dinero. Como me decía mi madre, en casa no teníamos ni un duro*, pero nunca pasamos hambre porque el campo nos daba todo lo que necesitábamos.
Duro: Moneda de 5 pesetas.
Cuando había suficiente cosecha, había que cargar la mula y viajar hasta Estepona, allí se iba a la Cooperativa Agrícola, una especie de mercado mayorista de la época, donde todos vendían sus productos para que los comerciantes los pudieran vender a los clientes finales.
A parte del campo, se trabajaba en todo lo que hubiera disponible, construcción, ayudar a los pescadores, ganadería, coser, sirvienta en casas de señoritos…
Pero este tipo de vida se terminó brúscamente cuando apareció el turismo. Los campos de cultivos se convirtieron en urbanizaciones, hoteles, chalets y chiringuitos. La economía de la zona mejoró de una forma increíble y el nivel adquisitivo de la gente de Cancelada y San Pedro también.
Los terrenos de la finca del Marqués del Duero fueron absorbidos por los Ayuntamienos de Benahavís, Estepona y Marbella, y parece como si nunca hubiéramos vivido esa España rústica y pobre, pero si os fijáis bien, todavía quedan en pie algunas huertas y algunas chozas antiguas por la zona.
En el pasillo de la Oficina de Correos en Cancelada podéis ver fotos de esta época. Si preguntáis a las señoras más mayores que os encontréis, os dirán los nombres y apellidos de toda la gente de las fotos, y con un poco de suerte, podréis hablar con alguna de sus protagonistas.
Yo, que prácticamente conozco a todo el mundo que aparece en las fotos, siempre quedo sorprendido del cambio tan grande que ha sufrido la zona y la forma de vida de la gente. Al ver esas fotos, me recuerdan mucho más a África o América Latina que a la España actual.