En la Edad Media, muchas personas solo tenían un nombre. Sin embargo, cuando las ciudades crecieron y la población aumentó, fue necesario diferenciar a las personas con el mismo nombre. Así nacieron los apellidos.
En la Edad Media, muchas personas solo tenían un nombre. Sin embargo, cuando las ciudades crecieron y la población aumentó, fue necesario diferenciar a las personas con el mismo nombre. Así nacieron los apellidos.