Carta de nuestro décimo aniversario y agradecimientos tras esta maravillosa década
Aun recuerdo como si fuera ayer el año 2008. Fue un año complicado para muchas familias y personas porque fue el momento justo en el que dejamos de hablar del día a día para solo tener la palabra crisis en la boca.
En aquella época me pasaba más tiempo en la calle hablando con Miguel el carnicero que dando clase, pero la verdad que la situación no naba para más. Estábamos todos muy apretados. Yo había dejado un trabajo fijo en una empresa solvente para dedicarme a enseñar inglés en Cancelada. ¡El camino más difícil!
¡Hay que echarle valor o ser muy inconsciente!
Si miramos atrás, era el peor momento para empezar un negocio, pero claro, en realidad no pensábamos que la situación fuese a durar tanto tiempo. Lo único que sabía era que tras unos años fuera, me apetecía volver a dar clases de inglés. Como había estado dos años con alumnos en casa, decidí abrir una Academia de Idiomas con algo más de proyección e intentar rescatar a algunos de esos chicos.
El curso escolar 2008 / 2009 fue la prueba de fuego, y por suerte todo salió bien, pero a trompicones. Había que hacer una reforma lo más rápido posible y había que gastar lo mínimo, menos mal que mi padre hizo de Jefe de obras que si no aún seguiríamos con el palustre; y gracias a mi madre que se encargó de recolocar todo con lógica y sin improvisación.
La empresa del mobiliario se retrasó muchísimo y tuve que empezar las clases con sillas desiguales, la instalación eléctrica llegó casi al final (todavía hay una caja de luz sin una tapa puesta), la pizarra era demasiado pequeña para el aula, había mucho espacio vacío pero ningún sitio para guardar nada y nadie sabía que había clases de inglés en la calle del medio.
Por suerte mis antiguas alumnas y alumnos no dudaron en volver a mis clases en cuanto se enteraron y pronto llegó más y más gente.
Poco a poco fuimos creciendo. La situación económica era muy dura y tuve que hacer de todo. Probamos desde clases de teléfono móvil a ofertar traducciones. Jose fue el primero en apuntarse al carro y comenzamos a dar clases de apoyo al estudio en el curso escolar 2010 – 2011.
En estos diez años hemos probado muchas cosas diferentes, un libro sobre aprender idiomas que nunca publiqué, una app para móviles con cursos interactivos que fue un fracaso absoluto, cursos intensivos de español en tres semanas y hasta clases de guitarra eléctrica.
Con sus más y sus menos comenzar a preparar para los exámenes Cambridge nos dio un poco de estabilidad económica. La mayoría de la gente prefería la Escuela Oficial de Idiomas en aquel tiempo, hasta que pudimos demostrar que un B1 de Cambridge estaba mucho más preparado que uno de la Escuela Oficial y la gente se decidió por nosotros.
Por suerte el resultado de nuestros alumnos casi siempre ha sido sobresaliente y nos creamos un nombre en la zona. La gente empezó a querer a Lingua Franca en exclusividad. A pesar de que por población tenemos menos candidatos que el resto de academias, los nuestros son mejores y obtienen mejores marcas que la media, así que hay que darles la enhorabuena.
¡Fue fantástico empezar a ver que había gente de la República Checa, de Manilva, de Irlanda, de Estepona, familias enteras o alumnos individuales que viajaban muy gustosamente para dar clases con nosotros, dejando muchas otras escuelas por el camino! Cuando recibimos alumnos de Canadá, de Nueva Zelanda o de Sudáfrica ya nos sentimos increíblemente orgullosos de ver que nuestra pequeña escuela era internacional y tenía estudiantes de todos los continentes.
Recuerdo cuando venía un grupo de chinos a aprender inglés y toda la calle se asomaba a mirarlos como si hubieran visto a un fantasma. Remedios salía de casa y se reía al verlos entrar en la clase todos con la cabeza agachada y muy serios.
Tanto sudor y trabajo finalmente dio resultados, y sigue dándolos a día de hoy. Fueron más de ocho años y decenas de diplomas para conseguir uno de los sueños de mi vida, el estatus de Centro Preparador Oficial de los exámenes Cambridge. Los dos últimos diplomas han sido conseguidos por dos de nuestros mejores alumnos hace muy poco y con mención especial, pero ya lo vemos como algo normal y casi ni nos sorprende.
Ahora es habitual pensar que hay un Centro Cambridge en Cancelada, pero el esfuerzo y el tiempo para conseguirlo ha sido algo fuera de lo común. Básicamente, Cambridge ofrece el estatus a los Centros que más alumnos aprobados tienen, y claro, aunque teníamos una estadística del 100% de candidatos que lo conseguían, el número de personas que salen de Cancelada es inferior al de otras poblaciones más grandes.
Aunque seguimos trabajando al máximo, reconozco que las cosas ahora son algo más sencillas. Sois muchos los que nos conocéis y confiáis en nosotros, nos dejáis a vuestros niños y niñas cada vez antes (y ya tenemos clases a partir de cuatro años) y nos recomendáis.
El gran alivio a estas alturas es ser la Academia de Idiomas de referencia de la zona, y todo eso es gracias a que nos habéis aceptado como tal y nos habéis llevado en volandas hasta donde estamos.
Ahora hemos ampliado, ofrecemos formación Cambridge online, cursos de maquillaje profesional y personal, conferencias varias, hacemos increíbles campamentos de verano con nuestros alumnos en el extranjero y todo eso sigue siendo única y exclusivamente por tod@s y cada un@ de los que estáis o habéis estado en algún momento de estos 10 años.
Ya no se entiende la calle de en medio sin Lingua Franca, sin el ajetreo de niños entrando y saliendo, sentándose en las sillas de la bodega sin permiso o comiendo pipas en frente de Maleni. Mucha gente que viene y va y a la que le debemos todo. Os lo debemos todo.
No quisiera dejar de dar las gracias a todas las personas que ya sea como estudiantes o de cualquier otra cosa que nos han ayudado a llegar hasta aquí, pero sería imposible. Haciendo la cuenta de la vieja entre aquí y allá calculo que han sido unas 500 personas, quizá más, las que habéis tenido algo que ver con Lingua Franca. A todos y a todas os queremos dar las gracias, aunque hay gente de la que especialmente no me quiero olvidar.
A Jesús Bernal por confiar en mí cuando nadie me daba financiación y se plantó el tío aquí con una fotocopiadora nueva y me solucionó la papeleta. A Evelyn Harris por su inestimable ayuda en las clases, en las sustituciones y en mil y una cosas de las que nos salvó, y como no, sus increíbles ideas locas (y por traernos una foto firmada y dedicada de Adrian Smith!). Gracias a Pepito Alarcón por las clases de informática y por aguantar a nuestras mamás en clase. A Miriam Alarcón y el Cyber por hacernos de fotocopiadora cuando no teníamos máquina. Gracias a Juan de la Bodega Santa María por siete millones de cafés que no nos dejó pagarle. A Luz por intentar hacer del alemán la segunda lengua de Cancelada. Al Rubio por pintarnos la fachada. A Brian por ser mi ‘ayudante’ en clase (no hay muchos maestros que tengan un ayudante que sepa mucho más que él y que además tenga muchísima más experiencia y saber estar). A Paloma Bugallo por los eventos Becca Cosmetics en nuestros cursos de maquillaje… y mucha más gente que me dejo en el tintero.
Y sobre todo gracias a estos 500 estudiantes que han venido a enseñarme un poco de este oficio de maestro…
¡Y gracias por la próxima década que se nos echa encima!
Paco Naranjo